Todavía hay humanos que en este punto de la evolución, del avance de la ciencia y del conocimiento, todavía creen en religiones y en cuentos como que existe un Dios (llámalo Dios, llámalo Alá o llámalo X).

Me sorprende ver cómo hay gente tan ingenúa de creer que no existen los unicornios, el minotauro o el cíclope, y sin embargo, creen en una entidad divina sobrenatural y todopoderosa que maneja el designio de nuestras vidas, y a la que hay que honrar con prohibiciones absurdas, rezando y con costumbres y ritos a cada cual más estúpido.

Todo por una falsa promesa de vida eterna después de la muerte. Y para ello hay que llevar una vida de remordimientos, culpa y tontería, que impide disfrutar de la vida de manera natural, sin gilipolleces. Todo por el comecocos de las religiones.

Pero ¿cómo se pueden dejar engañar así? ¿por qué no piensan por sí mismos y dejan de perder el tiempo con las manipulaciones y engaños absurdos que son las religiones?

Digámoslo bien alto: Dios no existe. Y el ser humano no necesita en este punto de la evolución humana creer en ningún Dios. No hace falta Dios para explicar el mundo en que vivimos, ni la vida.

Véamos por qué las religiones y dioses hoy en día no tienen ningún sentido:

1-Los rezos son realmente deseos egoístas que con la causa-efecto pueden llegar a cumplirse, pero por acción directa humana, no divina:

Hay gente que con sus rezos a Dios, creen que Dios les escucha y consiguen lo que piden o desean en sus rezos. Vamos a ver, aquí lo único que existe es la relación causa-efecto: una persona expresa mentalmente un deseo («ay Dios, que consiga un trabajo» puede rezar un parado; «Ay Dios, que mi hermano se cure», puede rezar un familiar de un enfermo), y con el tiempo ese deseo se puede cumplir, o no (el parado puede conseguir un trabajo, o no, el enfermo se puede curar, o no). Pero el que estas personas consigan sus objetivos marcados mentalmente (eso son realmente los rezos, deseos y objetivos de la persona que reza) depende sólo del factor humano, de la realidad. Si el parado consigue un curro, es porque él se ha movido con su currículum entre distintos contactos y empresas, si el enfermo se cura, es porque ha sido atendido por un buen doctor y el paciente ha seguido el tratamiento correctamente. Ahí no ha influído nada sobrenatural ni divino, solo la mano del hombre ha influído para que esa persona consiga su deseo-objetivo o no.

Por tanto, rezar no sirve para nada.

Si somos conscientes de nuestros deseos-objetivos (simplemente pensándolos y teniéndolos en cuenta, escribiéndolos en una lista de «cosas por hacer»), y hacemos lo máximo posible para que se hagan realidad,  con acciones reales y efectivas, la causa-efecto hará que se cumplan. No hay más misterio.

Ahí Dios no influye una mierda, porque Dios no existe. Deja de perder el tiempo rezando, y haz cosas en la realidad para que tus deseos-objetivos se cumplen. Haz una lista de tus deseos-objetivos, apúntalos por escrito y piensa «¿qué acciones tengo que llevar a cabo para cumplirlos?», y ponte en marcha para ello. Verás como tus deseos se hacen realidad, tus objetivos se cumplen. No hay más secreto que ese. Acción-reacción, causa-efecto.

Por supuesto, hay factores que no dependen de nosotros, que dependen de otras terceras personas, que dependen de factores naturales (que haga buen o mal tiempo, catástrofes metereológicas, etc…), ocurren accidentes (de tráfico, incendios, inundaciones, etc…), y problemas causados por terceros (guerras, robos, crímenes, etc…). A veces surgen problemas que no hemos creado directamente nosotros, pero que nos afectan. De esos accidentes, problemas y sucesos inesperados, Dios tampoco tiene nada que ver. Dios no es responsable en absoluto ni de lo bueno ni de lo malo que ocurra. Es la realidad la responsable. La ciencia explica por qué suceden las catástrofes, problemas y accidentes, y todo incendio, enfermedad y demás desgracias, etc… tiene una explicación y un origen realista. Rezar ante las desgracias no sirve de nada, solo ayuda a paralizarnos aún más. Lo único que se puede hacer para salvar un problema es ponerse en marcha para solucionarlo. Véase el tsunami de Japón, como enseguida se pusieron a trabajar para solucionarlo, y en solo semanas ya habían reconstruido gran parte de los destrozos. Otro país más religioso, lo mismo se habría puesto a rezar, y todavía estarían sentados de rodillas esperando la llegada de un ficticio Dios para que les arreglara los destrozos.

 

2-La Biblia (o cualquier otro libro sagrado de cualquier religión) NO es Historia, es un libro de cuentos, ficción inventada, igual que Caperucita Roja, Los tres cerditos o Blancanieves y los siete enanitos

Por favor, abandonemos las supersticiones y el pensamiento medieval. Dejemos de creer en que existe la magia, lo sobrenatural, lo divino, los milagros. Los cuentos son bonitos como ficción, pero las religiones y sus representantes charlatanes en la tierra, nos los venden como si fuese Historia. No. La Biblia es un libro cojonudo lleno de cuentos fantásticos, de los que se pueden extraer muchas moralejas (igual que con los cuentos clásicos infantiles), pero que no nos digan que eso ocurrió en la realidad, que no somos gilipollas. La Biblia es un libro de ficción, igual que Caperucita Roja, Los tres cerditos o Blancanieves y los siete enanitos. Igual que no creemos que esas historias de los cuentos sucedieron en la realidad, dejemos de creer en la multiplicación de los peces, la conversión del agua en vino o la resurrección de los muertos. Todo eso es imposible.

A mí me encanta la ficción y los cuentos, disfruto muchísimo recreando esos mundos fantásticos en la imaginación, pero no que me tomen por tonto diciendo que esas historias son verdad, cuando son invenciones de ficción.

Que la Biblia lo vendan como Historia auténtica, es como si una película de superhéroes la intentaran hacer pasar a los espectadores como un documental.

 

 

3-Los individuos no necesitamos a Dios para nada, existiendo la Ciencia y el Arte.

Para explicar nuestro mundo y realidad, ya tenemos la Ciencia. Antes creían que la Tierra era plana y quemaban en la hoguera al que osara decir que era redonda (que realmente era la Verdad). En la prehistoria creían que el Sol era un Dios.

Es normal que el ser humano primitivo, creyese en supersticiones, y en entidades sobrenaturales, pues no tenían una explicación lógica del mundo en que vivían. Pero hoy en día todo tiene su explicación científica y real, nos la da la Ciencia, no un libro sagrado inventado, ni supuestos profetas o representantes de Dios, Alá o Jamalá en la tierra (curas, imanes, rabinos…). La Ciencia nos dice que el universo salió del Big-Bang, y que el hombre surgió por la teoría de la evolución de Darwin. Estas teorías científicas se cargan el cuento de que hemos sido creados por un Dios.

Y como eso, todo es explicable científicamente: la lluvia, los truenos, el viento, el fuego…todo lo que en la prehistoria era un misterio y se le otorgaba presencia divina, hoy en día tiene explicación realista.

Respecto al Arte, explica el mundo de manera emocional y abstracta. Mientras la Ciencia explica las cosas de una manera objetiva, el Arte explica la realidad de una manera subjetiva, emocional. Pero el Arte no es algo divino, el Arte (una buena novela, una película, una canción, un cuadro…) lo hacen humanos. Ni tampoco nos venden las obras artísticas como si fuera verdad absoluta, como hacen con las religiones, si no que los espectadores saben que las obras artísticas son ficción, invenciones hechas por el hombre, puramente subjetivas.

El Arte da las explicaciones emocionales y metafóricas de nuestra existencia.

No hace falta religión por ningún lado. Ciencia y Arte, es todo lo que el ser humano necesita para vivir feliz y entender el mundo en que vive.

4-Ser ateo no implica carecer de moralidad, de no saber que es el Bien o el Mal, o ser mala persona.

Al contrario, ser ateo, y autosuficiente, te hace ser más responsable de tus propios actos. Un cristiano «peca», reza y ya se libra del pecado y puede volver a pecar. Un ateo, si la caga, lleva por siempre el «pecado» consigo mismo, hasta que se perdone él mismo, no un cura ajeno. Está más obligado a cometer actos buenos porque no hay un Dios que le perdone si comete actos aborrecibles. Nada le exculpa si hace las cosas mal. Se jode a sí mismo. Él es el único responsable de sus propios actos. No hay excusas.

Por supuesto, hay ateos que son malas personas (ladrones, asesinos, violadores…),  igual que hay religiosos que son malas personas (demasiados lobos con piel de cordero). Si la religión fuese la cura para el mal, como pregonan las religiones, si rezar o ir a la iglesia (o al templo de la religión de turno) fuese garantía de que el mal se esfumase de la Tierra, hace tiempo que las religiones hubieran cumplido su objetivo. Sobretodo en tiempos pasados, en los que ser religioso practicante era una obligación más que una elección. Pero no, la religión no es garantía de erradicar el mal de la Tierra, ni tampoco de que las personas religiosas sean per se, gente buena. De hecho, la religión es la culpable de multiples crímenes y matanzas: todas las guerras santas del pasado, la Inquisición (torturando y quemando vivas a personas inocentes) y actualmente, véase por ejemplo el fanatismo religioso del terrorismo islámico. Véasen también las ablaciones de clítoris hechas en África, o los múltiples casos de curas pederastas, las monjas roba-niños en los hospitales para venderlos a familias ricas…

No, la religión no es sinónimo de bien, al contrario, a lo largo de la Historia, la religión siempre ha sido una aliada del poder, y usada como arma para volver a la población ignorante y sumisa a dictadores, reyes y demás gobernantes corruptos, asesinos y en absoluto buenas personas. Véase la alianza Iglesia-Francisco Franco, o Iglesia-Mussolini. Véase a Bush citando el nombre de Dios antes de invadir Irak. Véase a los terroristas islámicos citando a Alá antes de inmolarse y matar a inocentes.

Ojalá la religión fuese garantía de erradicar el mal de la tierra. Sería el primero que rezara, entonces. Pero no, la religión no sirve para absolutamente nada, y lo único que consigue erradicar el mal de este mundo, es la Educación, la Ética personal y la Ley. Factores que dependen exclusivamente de los seres humanos, y no tienen nada que ver con Dios o la religión.

Y en cuanto a las personas mentalmente inestables, una vez más la ciencia, mediante la psiquiatría y la psicología, puede hacer algo para que personas locas (que NO poseídas, como diría la religión, con su mentalidad medieval), vuelvan a sus cavales o al menos se logren controlar y puedan llevar una vida normal (si esto es imposible, una vida en un psiquiátrico o en la cárcel).

 

5-La trascendencia se consigue en vida, no en un más allá.

Para muchas personas, sus únicas ansias (o quizá oportunidad) de trascendencia, de dejar algo al mundo después de su muerte, es creer en una cuento-religión que le diga que hay vida después de la muerte, y que su alma seguirá vagando por ahí. Ya ves tú, qué ganas de andar ocupando espacio con algo tan inútil como un alma, que no vale para nada. Pero creen en esa gilipollez, porque saben que, como en su triste vida no han aportado una mierda al mundo, dejar su fantasmico, como quién deja una cagarruta de regalo, es su huella en este mundo. Como lo de que exista alma, y existan los fantasmas, no es algo probado científicamente (lo siento Iker Jiménez, me lo paso genial viendo tu programa y las recreaciones de los casos, pero no es Ciencia), a esa persona más le valdría, si tantas ansias tiene de que se note que su vida ha aportado algo al mundo, hacer algo real, físico, en este mundo, en esta vida real, que por el momento es la única asegurada que tenemos.

Se puede trascender de muchas maneras: escribiendo un libro, creando arte-entretenimiento (¿cuál es realmente la frontera entre una y otra? ¿el entretenimiento es realmente, arte que divierte, y el arte-arte es realmente un pasatiempo más serio-aburrido, y por tanto es considerado equivocadamente, más profundo? Eso daría para otro artículo…), haciendo un descubrimiento científico, un avance tecnológico, mejorando la sociedad en la que vivimos, etc…

Para otros más limitaditos, la única trascendencia posible es a través de los hijos. Tener hijos. Para muchos, su único consuelo, ya que ellos no han podido ser trascendentes en vida, es tener un hijo que sí sea algo trascendente. Hay personas que su única creación sale de sus genitales. Trascienden porque les sale de los cojones/coño. Pues nada, bien por dejar tu pequeño gremlin en el mundo, pero mejor sería si en vez de preocuparnos por la cantidad de seres humanos, nos preocupemos por la calidad, y comenzando por uno mismo. ¿De qué sirve tener un hijo si uno es un mierda? Un poco de auto-darwinismo por favor. Así está el mundo. Lleno de padres-mierdas que hacen mierdas-hijos, que a su vez seguirán el ciclo de la mierda teniendo nuevas cagarrutas.

 

6-¿Quién realmente desea la inmortalidad? ¿Cielo e infierno? ¿Qué cuento es ese?

No tiene sentido vivir eternamente. Creo que en esta vida da tiempo a hacer de todo, y que si viviéramos eternamente, nos aburriríamos demasiado.

Tampoco tiene sentido estar eternamente en un Cielo o Infierno después de muertos. Vaya milonga: Si has sido bueno, vas al Cielo, un lugar donde están las otras personas buenas que han muerto, y donde vivirás feliz eternamente; si has sido malo, vas al Infierno, rodeado de todas las personas malas que han muerto, donde sufrirás toda la eternidad.

El cielo y el infierno no existen físicamente, son metáforas, es algo que está aquí y ahora, en vida, no después de la muerte.

Para empezar, no hay personas buenas o malas per sé. Hay personas que pueden cometer algún acto malo alguna vez, pero normalmente hacen actos buenos, o personas que normalmente hacen actos buenos y que alguna vez pueden haber cometido un acto malo. No existe el mal ni el bien intrínseco en el ser humano. El ser humano, la misma persona, es capaz de hacer actos buenos o malos, según le dé. No existen personas 100% malas, o 100% buenas (Salvo casos extremos de asesinos o violadores enfermos, que no pueden parar de cometer crímenes sin motivo, pero eso son casos border line, de los que se encarga la Ley y la Psiquiatría).

¿Cómo se podría emitir un juicio final de si una persona ha sido buena o mala en vida, y según el veredicto, que viva la eternidad gozando o sufriendo? Vaya Dios más cabrón, entonces.

Tampoco existe eso de felicidad permanente o sufrimiento eterno, nada es infinito, todo empieza y todo acaba, y la vida es una montaña rusa de placer y dolor. Pretender que la realidad sea contínuamente de un modo (ya sea agradable o desagradable) es imposible.

Todos nuestros actos, provocan causa-efecto (como hablamos al principio del artículo), y nosotros mismos, con nuestras acciones, creamos el Cielo (felicidad y placer) o el Infierno (dolor y tristeza), aquí y ahora.

No vivas pensando en un más allá, vive pensando en el más acá.

 

Que haya vida después de la muerte no está probado científicamente, lo que sí existe es tu vida AQUÍ Y AHORA. Así que aprovéchala lo máximo posible, y consigue mediante tus propias acciones Causa-efecto,  ser lo más feliz posible.

Todo lo demás son milongas.

 

Saludos escrotales.