En otras ocasiones nos hemos cagado en el fútbol, el PPSOE, los fachas o la religión. Bueno, eso no es nada al lado del tema tabú y totalmente sacrílego que aborda este artíCULO: los perros. Los putos perros. Y los pesaos de sus dueños.
En esta sociedad, el perro es un animal sagrado, como pueden ser las vacas en la India. Los chinos, que siempre me han parecido una sociedad más avanzada, se los comen, pero aquí en España los perros son tratados mejor que las personas humanas.
Tengo amigos con perros, familiares con perros y vecinos con perros: lo siento por ellos.
Para empezar, ellos no son los dueños del perro, el perro lo es de sus «amos».
Están esclavizados para satisfacer todas las necesidades del animal: sacarle a pasear tres veces al día (qué bien tener que madrugar para sacar al perro, qué bien tener que sacarle por la noche cuando no apetece nada levantarse del sofá, qué bien sacarle en invierno a varios grados bajo cero, sacarle con lluvia…), recogerle las mierdas (¿en ese momento el perro te sigue pareciendo igual de CUTE??), darle de comer (esas comidas para perros que huelen fatal y dan ganas de potar, sobretodo esas de lata que son como bolitas apestosas), darle de beber, vacunas, veterinario, y mil polladas más… Un gasto enorme de tiempo, esfuerzo y dinero en cuidar al animal.

A continuación, le limpia el culo con toallitas húmedas
Ya no te puedes ir de vacaciones alegremente, o de viaje por trabajo, o siquiera pasar mucho tiempo fuera de casa («tengo que irme a casa a sacar al perro» puede ser una buena excusa para escaquearte… salvo cuando te lo estás pasando realmente bien de fiesta por ahí y estés rayado pensando en que el puto perro se te va a giñar en el salón en vez de disfrutar).
De forma que, o eres de esos hijueputas que abandonan en verano a su «mascota» en la carretera para que lo atropelle un camión (¿ahora te das cuenta cabronazo que tener un perro real no es como un Tamagotchi?), o te lo tienes que llevar contigo de vacaciones (con el coñazo que eso supone, AFORTUNADAMENTE no en todos los pisos, hoteles, campings dejan llevar animales…), o dejarlo en una guardería para perros (¿eres millonario? si es así, adóptame a mi mejor), o encasquetárselo a algún familiar que no se vaya de vacaciones (mira que eres cabrón, además de restregarle que tú te vas de vacaciones y ellos no, les endiñas el chucho). Todo un jari y un puto coñazo.

Y en África pasando hambre.
Enhorabuena, porque la correa la deberías llevar tú en vez del can. Esta idea, a los dueños de perros sadomasoquistas les parecerá exquisita.
Los perros, deberían estar en el campo, corriendo, jugando, oliendo flores, culos de otros perros, follando, comiendo hierba y vomitando, cagando y meando libremente. No en una ciudad encerrados en un piso enano, pasando estrecheces, y cagando en asfalto en calles masificadas de personas que pisaran ese puto truño que no ha recogido el cerdo de su dueño.
Si tienes un chalet con terreno, y tienes perros, bien por ti. Que te abonen el jardín alegremente. Pero en ciudad es una puta guarrada: todas las calles apestosas llenas de pises y zurullos. Hay calles que parece que estén minadas. Hay que andar mirando a lo Trueba, con un ojo al frente y otro hacia la acera, para no caer en ninguna trampa.
Hay mojonazos que parecen los del triceratops de Jurassic Park.

«Aquí, recogiendo el popó de Cuqui»
Dicen que da suerte pisar una mierda. Me gustaría encontrar al que inventó esa frase, señalarle un mojón de perro recién hecho, todavía humeante, y decirle, «mira esa mierda, cómetela a lo Pink Flamingos, y te tocará seguro la lotería».
Luego está el tema de los perros peligrosos: ¿Por qué los perros más chungos tienen a los dueños más unineuronales? ¿Por qué los pitbull, bulldog, dobermans y demás perros del diablo, no suelen tener dueños cultos y cívicos, si no peloceniceros, jennys y demás infraseres de barrio?
Dicen que hay que hacerse un examen psicotécnico para tener un perro de esos. Qué test más fino, oiga. Qué criba más exigente.

«Mira Jonattan! Qué mascota más guapa me pillao!»
Les llevan sin bozal, y hasta sin correa, ahí, alegremente, ocupando toda la calle, para que satisfagan sus ansias de sangre fresca mordiendo a otro niño (VER NOTICIA). ¿Cuántos casos más de niños (y no tan niños-VER NOTICIA) mordidos por perros peligrosos tiene que haber, para que se cumpla la ley a rajatabla de que ese tipo de perros no pueden ir por la calle sin bozal ni sin correa?

«Ladra mucho, pero no muerde, es muy bueno»

«Ya veo, ya.»

«No es la raza lo peligroso. Depende de cómo lo eduque el dueño»

SUPERCUTE!
Como siempre, la policía nunca está para lo que se la necesita, y mientras para multar por chorradas siempre están ahí jodiendo, como quitar los porros a los chavales en el parque o fastidiarles el botellón, no he conocido caso de pelocenicero multado porque su gremlin iba sin bozal. O de dueño multado por ser pillado sin recoger el mojón de su perro. Así están las calles…

Con tanto dueño de perro fanático, me sorprende que hayan legalizado el matrimonio homosexual antes que la zoofilia
Luego están esos dueños de perros pesaos cuya vida gira alrededor de sus perretes: siempre están hablando de sus mascotas, de lo graciosas que son y de la última trastada que han hecho, del truco que le han enseñado y de lo inteligentes que son (no dudo que muchos perros son más listos que sus dueños); solo salen a la calle con ellos, se los llevan a todas partes, hasta a comidas familiares o de amigos, donde los perros están dando por culo, acercándose con su hocico baboso a ver si pillan algo, poniendo ojitos de pena, ladrando y babeando encima a los comensales mendigando comida.
Te saludan chupándote la mano, y luego tienes que lavarte las manos para no tener que comerte sus babas. Si estás comiendo con las manos, o de picoteo, esto es especialmente asqueroso, ya que hay veces que por no ir al baño cada dos por tres, sigues comiendo resignado con las manos chupadas por el perro, previamente pasadas por servilleta, pero no desinfectadas adecuadamente de las bacterias de saliva canina.
En la playa es una puta guarrada que se lleven perros: babean, se giñan y mean en cualquier lado («cualquier lado» es donde tú pondrás la toalla), dejan sus garrapatas en la arena, se bañan en el mismo agua donde tu luego buceas, sueltan pelos (vaya cerdacos los que peinan a sus perros en la playa y dejan ahí las marañas de pelaje, rodando cual bola del oeste piojosa), corren tirando arena a los que tan tranquilamente están tomando el sol y molestan con sus ladridos.
Y es que la contaminación acústica que producen los ladridos de perros es reseñable, si tienes vecinos con perros sabrás bien de qué te hablo. Qué siestas más agradables. Esos ladridos nocturnos, qué bien. Ese perro que no para de ladrar en toda la tarde, lo mejor para concentrarse si tienes que trabajar/estudiar.
En fin, que para mi los perros son como los bebés, muy «cutes» cuando son pequeños, dan para mucha foto de instagram, pero luego crecen… así que mejor que los tengan otros.
Donde estén los gatos…
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Los perros potencialmente peligrosos en Madrid crecen un 34% en tres años con mayor concentración en barrios pobres
https://www.eldiario.es/madrid/PPP-Madrid_0_845515610.html
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