Matrix Reloaded=Matrix Recargada. No hay mejor título para esta secuela cargante y recargante de la genial Matrix a secas. Parece mentira que compartan genes. En Cannes los críticos huían de la sala. Si yo no hubiera pagado por verla, también me habría ido.
El guión está más hueco que los discursos políticos y el nivel de aburrimiento se equipara incluso al de estos. Los personajes que en la primera derrochaban carisma, en esta ocasión sólo derrochan ostias.

Hasta Neo se duerme en su soporífera película.
La trama insulta incluso a los guionistas de Noche de Fiesta y los diálogos, cuando no son frases flipadas estilo “ahí vienen” o “podemos vencerlos, sólo tenemos que confiar en nuestra capacidad” son monólogos que pretenden ser brillantes y filosóficos como los de Matrix a secas, pero resultan aburridos y pedantes como el programa de Pedro Ruiz.
También han pretendido atraer al público femenino (aunque tampoco han descuidado al masculino, fíjense en el florero de Mónica Bellucci) con supuestas relaciones de amor pero incluso los culebrones que echan a la hora de la siesta (por algo los echarán a esa hora) tienen más chicha.
Y es que lo único que ha mejorado en esta segunda entrega han sido los efectos especiales, que por su abuso (la trama está al servicio de los efectos especiales en vez de estar los efectos especiales al servicio de la trama) más bien son defectos especiales. Eso sí, están muy bonitos. Pero a estas alturas, y tras ofrecer al público una película de acción con coco, como la Matrix original, esto es imperdonable.

2 únicas razones para ver Matrix Reloaded
Me niego a creer que Matrix Reloaded está creada por los mismos seres que hicieron Matrix a secas. A los Wachowsky les ha escrito el guión un negro.
Si es así, el negro se va a tener que currar mucho el guión de Matrix Revolutions para compensar esta aberración cinematográfica.
NOTA: Matrix Revolutions resultó ser aún peor que Matrix Reloaded. Todo un récord.